Las joyas de oro pueden acumular suciedad o impurezas por el uso diario, pero este material no pierde el brillo con el paso del tiempo, por lo que estas joyas son una apuesta segura.
Igualmente, para que las joyas estén siempre perfectas y brillen como el primer día, necesitan un mantenimiento y una serie de cuidados especiales.
Lo más aconsejable es que la limpieza de las joyas sea hecha por un joyero ya que, según el material del que estén hechas y las piedras que lleven, necesitarán un tipo de mantenimiento u otro. En este post, te vamos a dar los mejores consejos para que puedas limpiar tus joyas desde casa y devolver a tus anillos, pendientes, collares y pulseras de oro, el aspecto que tenían el primer día.
- Las joyas de oro y plata se pueden limpiar fácilmente desde casa con una bayeta especial o con un producto de baño para este tipo de joyas. Sin embargo, las joyas de oro blanco pueden amarillear con el paso del tiempo por algunas zonas donde tenga más roce o fricción. Estas joyas necesitas un tratamiento especial para devolver su color de oro blanco original que solo puede ser realizada por un joyero.
- Para limpiar joyas con diamantes desde casa, se puede utilizar una mezcla de agua y amoniaco o algún detergente que sea suave. Introduces la joya en la mezcla y con ayuda de un cepillo con cerdas suaves frotas suavemente la joya, incidiendo en la montura del diamante. Una vez realizado este proceso, solo queda que enjuagues la joya con agua y la seques bien.
- Con las joyas de piedras preciosas de color hay que tener mucho cuidado ya que son más delicadas que los diamantes. Si se trata de rubíes, zafiros o esmeraldas, se pueden limpiar con un trapo limpio que basta que esté un poco húmedo para ayudar a quitar la suciedad que puedan tener. De vez en cuando puedes enjuagarlas con jabón suave y ayudarte con un cepillo también para llegar mejor a todos los rincones de la joya.
A parte de la limpieza, a continuación te vamos a dejar unos consejos de mantenimiento diario útiles para que tus joyas se conserven de la mejor manera posible a lo largo del tiempo.
- Lo más recomendable a la hora de guardar tus joyas es que las tengas en su caja o bolsa original. En caso de no tener su envoltorio original, colocalas preferiblemente en bolsas de algodón o de tela, siempre separadas para evitar el roce entre piezas y que se puedan rallar. Puedes mantenerlas también en un joyero.
- Ten precaución a la hora de bañarte tanto en la playa como en la piscina y prescinde de llevas puestas las joyas ya que, tanto los productos de conservación del agua de las piscina como el cloro como la sal del mar pueden deteriorar gravemente tus joyas. Así que la mejor opción es no exponerlas.
- Trata de evitar lo máximo posible que tus joyas tengan contacto directo con productos de limpieza, colonias, perfumes, etc. Estos productos son muy agresivos y sus componentes químicos pueden deteriorar el oro de tus joyas con facilidad.
Esperamos que estos consejos puedan servirte para mantener tus joyas siempre como el primer día y mantenerlas en el tiempo lo máximo posible.